Que lindo y bello es contemplar el vuelo de las mariposas.
Podemos asemejar su vida a la de una princesa, pues nosotras también realizamos nuestra metamorfosis.
Las mariposas pasan su vida siendo un asqueroso gusano, envueltas en un capullo, encerradas. Durante este proceso de desarrollo, durante el cual sufren grandes cambios, no se alimentan hasta que salen al exterior.
Y así es como sobrevivimos las princesas, encerradas en nuestro interior, dejando de comer para poder llegar a nuestro destino, sufriendo nuestros propios cambios y luchando por ellos.
Cuando la mariposa llega a convertirse en adulta y finaliza su metamorfosis, al fin sale libre y bella. Son frágiles, delicadas y tremendamente hermosas, más su vida apenas dura un día.
Eso es lo que queremos conseguir?
Daría toda mi vida, recorreria el camino que realiza una mariposa, tan sólo por sentirme perfecta aunque fuera un día, por ser capaz de volar, ligera, sin peso apenas, y siendo realmente bella. Los demás me observarían con admiración, envidiarían mi grácil vuelo, sentirían mi frágil belleza desplegarse por encima de sus cabezas, y, tras ser feliz por una vez, moriría.
No hay comentarios:
Publicar un comentario