********Princesas,¿Producto de la sociedad actual?********

Cuánta gente que nos persigue, cerrándonos páginas, coartando nuestra libertad de expresión, haciéndose parte de nuestras redes sociales para así poder denunciarnos más fácilmente. En fin,  sigo sin encontrarle la lógica a esta absurda lucha por impedir nuestra comunicación.
Soy pro Ana y pro Mia, lo que significa que defino estas enfermedades como estilo de vida. Tal es así pues en bastante mierda de vida nos encontramos cómo para tener que ir recordándolo a cada momento, y simplemente digo que el padecer estas enfermedades nos lleva a tener un estilo de vida determinado.
Ahora descubro que resulta un delito el defender lo que creo, el poder tener un diario donde contar mis experiencias, simplemente un lugar dónde plasmar mis vivencias o donde poder escribir mis paranoyas y rayadas y compartirlas con personas que se sienten igual que yo.
Si bien es cierto que muchas niñas de hoy en día ven esto como un mundo mágico de colores y piruletas e incluso lo intentan imitar, nosotras no podemos controlar a todo el mundo que nos visita, ni podemos decidir que camino toman los demás, pero absolutamente afirmo que la mayoría no las ayudamos a entrar a aquí.
Específicamos en nuestros blogs que se trata de nuestra vida y nuestra decisión personal, no incitamos ni intentamos influenciar a nadie y mucho menos convencer.
En todo caso al contrario, cuando alguien me dice que quiere ser Ana o quiere ser Mia prácticamente le acabó tratando de loca y echándole de mi lado. No, no soy cruel, pero si sincera.
Ésto no se lo deseo a nadie, ni animo a nadie a que escoja este estilo de vida, pero si pido el respeto para todas aquellas que por un motivo u otro caimos dentro de él, y buscamos nuestro lugar.
Al fin y al cabo es lo que todo el mundo busca, gente que comparta sus mismas ideas, que busque un mismo fin u objetivo y no sentirse solo.
Hay gente que me considera egoista por ésto que digo, que piensa que no hacemos sino daño a nuestro alrededor y yo sólo puedo replicar:
- Por favor, todo aquel que lea páginas de este tipo, párese por un momento a pensar en la sociedad actual. Como pueden intentar ayudarnos con campañas que promueven que nosotras somos más que una imagen, cuando hoy en día la imagen en sí lo es todo, cuando la publicidad nos bombardea diariamente mostrándonos cuerpos perfectos, creados mediante cirugia y photoshop y haciéndonos creer que podemos ser así.
Creánme, cuando nos hemos creido ese cuento, ya es demasiado tarde para retroceder. Somos el producto de esta superficial y rastrera sociedad, y ¿saben cual es el arma que nos queda para luchar contra ella?, NUESTRO PROPIO CUERPO.
Así es, somos unas mártires de la belleza, dejaremos de comer, vomitaremos hasta sangrar, haremos lo que sea por adelgazar y alcanzar el camino de la perfección. Muchas enfermaran de verdad, morirán en el intento, pero éste es nuestro sacrificio. Esta es nuestra pequeña renuncia a este mundo asqueroso y sin sentido, es nuestra entrega  y nuestra arma, pues pueden evitarnos leer, escribir,  mentirnos, torturarnos con palabras, imágenes, hagan lo que quiera, pero en nuestro cuerpo solo mandamos nosotras.
En nuestros huesos está marcada la rabia hacia todo aquello que odiamos, esta escrito nuestro odio y nuestra impotencia y dejaremos que se vea.
Mostraremos el fracaso de este invento de la perfección, y nos sentiremos especiales por ello.
Por que lo somos, nadie dijo que fuera fácil ser una princesa, y nosotras hemos decidido ser más que los demás y, ¿sabeis que es lo peor?, QUE LO CONSEGUIREMOS!!
Llegaremos a ser unas bellas y lindas princesas, demostraremos que podemos conseguir aquello en lo que creemos y que tenemos nuestro fin claro y nuestras metas firmes, haciendo lo que sea por llegar a ella.
Esos son los valores de una princesa, constancia, lucha y perseverancia.
Si creen que estoy loca por mis alegaciones, entonces no culpen a mi mente, a mi infancia, a mis trastornos o que se yo a qué, culpense a sí mismos, a esta sociedad que nos hizo ser así, e inviertan su tiempo en prosperar e intentar ser felices.Hagan un gran favor dejandonos en paz. Ya no tenemos remedio desde el día en que definimos belleza y perfección comparándolas con felicidad.
(Esto es sólo mi opinión, no suelo generalizar, asi que espero que mis palabras no transciendan demasiado ni ofendan a nadie, aunque si lo hacen, me darán la razón al verse aludidos).